En los atentados del 11 de septiembre del 2011 contra la Torres Gemelas en Nueva York hubo 3016 muertos, en los que se incluyen 19 terroristas y 24 personas de las que nunca se han encontrado restos y cuentan como desaparecidas.

También hubo más de 6000 heridos de distinta consideración. Algunos de ellos fallecieron en los siguientes años debido a problemas relacionados con los atentados, como podrían ser problemas respiratorios debido a que en ese momento se respiraron grandes cantidades de polvo nocivo para la salud.
