El eclipse consiste en la desaparición, ya sea total o solo una parte de un cuerpo celeste por el efecto de otro cuerpo celeste. Existen dos tipos de eclipses, el solar y el lunar. Para que se produzca, la Tierra, la Luna y el Sol deben estar alineados. Para que se produzca un eclipse lunar, la Tierra debe estar colocada entre la Luna y el Sol. En ese momento la Luna empezará a desaparecer.

Eclipse de Sol
Existen 3 tipos de eclipses lunares: el total, el parcial y el prenumbral. El total es cuando desaparece por completo la Luna, el parcial es cuando solo desaparece una parte y el prenumbral cuando simplemente se oscurece sin llegar a desaparecer por completo.
Los eclipses solares son los más espectaculares y se producen cuando la Luna se coloca entre el sol y la Tierra, consiguiendo en los eclipses totales que desaparezca por total el sol, dejando a la Tierra en la oscuridad, casi como si fuera de noche.
Los eclipses solares se dividen en totales, cuando el Sol desaparece por completo, parciales, cuando solo desaparece una parte y anulares cuando la Luna solo permite ver un anillo solar a su alrededor.